jueves, 30 de diciembre de 2010

¿SOS UN ESTUDIANTE 10 O 7 ?



¿SUERTE O INTELIGENCIA ?

es el más que recomendado libro de Bo Peabody

hay un capitulo en particular que me gustaria mucho discutir: Los emprendedores son estudiantes promedio “B” (o “7”). Los gerentes promedio “A” (“10”).

Los estudiantes “b” no saben todo sobre algo en particular y son excelentes en nada. Los estudiantes “b” sin embargo, saben algo sobre muchas cosas y pueden completar cualquier tarea de manera bastante competente.

Las personas generalmente me preguntan: “¿Como emprendedor, que es exactamente lo que haces?” Mi respuesta: “No hago nada. Pero lo hago muy bien.” Los emprendedores son estudiantes tipo “b”. No hay algo especifico que hagan de manera brillante. Pero hay muchas cosas que hacen muy bien…”
Estas palabras anteriores de Peabody definen muy bien a muchos emprendedores. Sin embargo, hay un lado negativo en todo esto, y es que los emprendedores, que son expertos en nada y saben mucho sobre muchas cosas, tienden a aburrirse rápidamente cuando necesitan enfocarse en una sola cosa. La habilidad para enfocarse y ser paciente es típica de los gerentes, los estudiantes promedio “A”, y no de los emprendedores. Veamos entonces en el siguiente parrafo lo que dice el autor sobre los estudiantes tipo “A”.

Los estudiantes “A” o “10” saben mucho sobre una sola cosa, sea esta tecnología, marketing, ventas o finanzas, y lo que saben lo hacen de manera extremadamente bien. Si no lo hacen muy bien, se preocupan. Los estudiantes “A” quieren hacer las cosas de manera perfecta todo el tiempo. Este perfil de saber sobre una sola cosa y hacerla de manera perfecta no es algo bueno para un emprendedor, pero si es algo importante en un buen gerente.
La enseñanza del capitulo de este libro es que cuando uno es un estudiante emprendedor “B” necesita de un estudiante gerente “A”. Ambos se complementan y necesitan. El estudiante emprendedor “B” tiene la idea, el sueño para llevar esto adelante. El estudiante gerente “A” el rol de llevar más lejos aún este sueño del emprendedor para que con el paso del tiempo su idea o visión se transforme en una empresa. Es de extrema importancia que el emprendedor se de cuenta de esto, se rodee de estos perfiles y los escuche ya que, como dice el autor, el emprendedor no tiene otra opción si es que desea que su empresa crezca de manera ordenada y sea un éxito al final del camino.

Ambos perfiles se complementan muy bien. Los emprendedores quieren resultados inmediatos, mientras que los gerentes se encuentran felices esperando, confiados en que si ejecutan de manera correcta, los resultados vendrán. El emprendedor tiene un pensamiento lateral, y esto esta bien ya que en todo emprendimiento los planes cambian constantemente y el emprendedor se encuentra yendo de un lado a otro. El gerente, con su pensamiento vertical, enfocado en una sola cosa, provee al emprendedor y el emprendimiento, principalmente cuando ya la idea se está transformando en una verdadera organización, con el plan necesario para que la compañía en su conjunto de adhiera al plan de ejecutar lo planificado.
El autor finaliza este capítulo diciendo que el trabajo del emprendedor consiste en atraer, organizar y motivar a los gerentes u aquellas personas expecializadas, para que sean estos quienes puedan gerenciar las distintas divisiones de la empresa u emprendimiento. Dándose cuenta el estudiante emprendedor “b” sobre sus fortalezas y debilidades, puede mejor aprender a delegar en otros aquellas áreas de su emprendimiento que no son de su conocimiento
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jueves, 16 de diciembre de 2010

SECRETOS DEL ÉXITO 2






Padre Rico define la riqueza en tiempo, no en dinero. Cuanto más exitoso te vuelvas, más tiempo y libertad tendrás para disfrutar con tu familia.

Escuela de negocios

Sólo tienes un cierto número de horas en un día y un límite para las que puedes trabajar. Entonces, ¿por qué trabajar duramente para conseguir dinero? Aprende a hacer que el dinero y la gente trabajen para ti y serás libre para hacer las cosas importantes.

La única diferencia entre una persona rica y una persona pobre es lo que hacen en su tiempo libre. Lo que hagas después del trabajo con tu salario y tu tiempo libre determinará tu futuro. El cuadrante el flujo del dinero

El dinero no hace la felicidad. Esta afirmación tiene algo de verdad. Sin embargo, lo que el dinero sí hace es comprarme el tiempo para hacer lo que amo y les paga a otros para hacer lo que yo odio hacer.

La riqueza es la capacidad de una persona para sobrevivir cierto número de días en el futuro… Si dejas de trabajar el día de hoy, ¿cuántos días sobrevivirás?

Con cada billete que llega a tus manos tienes el poder de decidir tu destino. Puedes hacerlo. ¿Serás rico o pobre? Si gastas el dinero en pasivos una y otra vez, siempre serás miembro de la clase media. Si aprendes cómo obtener activos, escogerás que la riqueza sea tu meta y tu futuro. La elección es tuya: cada día, con cada billete que recibes y con cada billete que gastas. Se trata de una responsabilidad enorme y constituye un asombroso sentimiento de poder. ¡Tu futuro financiero está en tus manos!

Un activo es algo que pone dinero en tu bolsillo. Un pasivo es algo que extrae dinero de tu bolsillo. Esto es, en realidad todo lo que necesitas saber. Si deseas ser rico, simplemente pasa tu vida construyendo activos.

Padre Rico, Padre Pobre

Una de mis creencias personales más fuertes es que uno se convierte en lo que estudia. Si adquieres conocimientos en leyes, puedes convertirte en abogado. Si estudias historia, puedes convertirte en historiador. Pero sin importar qué materias has aprendido o no, si estudias cómo invertir para crear flujo de efectivo, puedes convertirte en una persona financieramente libre. Entonces puedes decidir si quieres continuar con lo que te has preparado para ser, retirarte o comenzar a estudiar algo completamente nuevo. Eso es lo que la libertad financiera puede hacer por ti. Historias de éxito

SECRETOS DEL ÉXITO 1



Un empleo constituye una solución de corto plazo para un problema a largo plazo.

La mayoría de la gente no se da cuenta de que lo importante no es cuánto dinero ganas, sino cuánto dinero conservas.

Los pobres y la clase media trabajan para ganar dinero. Los ricos hacen que el dinero trabaje para ellos.


Actitud financiera significa: qué hacer con el dinero una vez que lo has ganado, cómo evitar que los demás te lo quiten, cuánto tiempo conservarlo y cuánto trabaja ese dinero para ti.

Existe una gran diferencia entre tu profesión y tu negocio. A menudo pregunto: ¿Cuál es tu negocio? Y me responden: Soy banquero. Les

pregunto entonces si son dueños de un banco. Y responden: No, trabajo allí. En ese caso, han confundido su profesión con su negocio.

Mi padre rico daba mucho dinero a los demás. Donaba a su iglesia, a la beneficencia, a su fundación. Él sabía que para recibir dinero es necesario darlo. Dar dinero es el secreto de muchas familias poderosas.

Atiende tu propio negocio. Conserva tu empleo, pero comienza a adquirir activos verdaderos, no pasivos ni efectos personales que no tienen valor real una vez que están en tu casa. Un automóvil nuevo pierde casi el 25% del precio que has pagado por él, en el momento de sacarlo de fábrica.

De: Padre Rico, Padre Pobre

Vender es la habilidad más importante en un negocio y en la vida. Hay mucha gente talentosa, pero no sabe vender su talento. Cuando una persona solicita un empleo, está vendiendo sus servicios profesionales. Todo el mundo vende algo.

De: Escuela de negocios

Diseña tu producto y cotízalo para un cliente muy especial. Tu marketing tendrá que encontrar el modo de llegar a ese cliente especial. Usa tu creatividad. No te abarates. La mesa de saldos no es el lugar para encontrar a los buenos clientes.

De: Antes de renunciar a tu empleo

F: Derkra

El exito es la cima de la montaña?


El éxito es para muchos la cima de una gran montaña a la que siempre sueñan con escalar. Para otros, representa la razón de su existencia y viven solo para alcanzarlo. Pero el éxito no es algo que pueda explicarse con una misma definición para todo el mundo. Tiene una interpretación y significado muy particular para cada persona.

Sea cual sea nuestra interpretación del éxito, dedicamos mucho tiempo en alcanzarlo, pero dedicamos muy poco tiempo en definirlo. Es decir, no nos tomamos el tiempo suficiente para establecer que es lo que realmente queremos lograr. En la mayoría de los casos, formamos parte de una inercia masiva que nos lleva a perseguir conceptos vacíos o que carecen de significado para nosotros, por ejemplo, algunos persiguen alcanzar un puesto superior en la escala jerárquica de la empresa para la cuál laboran, pero ese éxito es simplemente un cliché, de tantos que reutilizamos en el transcurso de nuestras vidas.

Supongamos que un individuo consigue alcanzar el puesto que deseaba, ¿ahora qué? ¿Ya es un individuo exitoso? ¿Ya ha de sentirse realizado? pues la verdad es que a corto plazo, puede que así sea, pero ¿que tanto dura esa alegría? si tan pronto se acople a su nuevo puesto, se verá estresado por nuevas presiones, desilusionado al darse cuenta que su vida continua y al parecer lo que antes consideraba el éxito logrado, no es más que un escalón en la escalera de su vida y que ya habiéndolo pasado, descubre que era un objetivo de poco valor para su vida y que no le llena ningún vacio emocional o espiritual, aunque quizá sí en el ámbito económico.

Como éste, hay muchísimos otros casos, en los que nos planteamos alcanzar el éxito, pero nos dedicamos por muchísimo tiempo en alcanzar un éxito que otros nos han planteado, cuando realmente cada uno de nosotros debiera plantearse claramente que es lo que realmente queremos, y si llegásemos a lograr esto o aquello, ¿nos sentiríamos felices de por vida? ¿El éxito que buscamos valdrá para el resto de nuestras vidas? Si la respuesta a cualquiera de esas preguntas es negativa o al menos no es duradera en un largo plazo, significa que perseguimos el éxito equivocado.

Perseguir un objetivo que no es nuestro, nos lleva a caer un una trampa que puede consumir parte importante de nuestra vida y al parecer ese caso es mas común de lo que podríamos imaginarnos. Es lo que podemos llamar: La trampa del éxito.

Evitemos caer en la trampa, dediquemos el tiempo que sea necesario para plantear nuestros PROPIOS objetivos, no basándonos en lo que nos empujen a perseguir, sino, en lo que consideremos que nos dará una felicidad duradera y memorable, no para otros, sino para nosotros mismos (sin considerar esto como egocentrismo). Simplemente, a la hora de plantearnos esos objetivos, hagamos uso del sentido común, pensando como individuos, no como parte de las masas.


PLANETA CURIOSA