viernes, 7 de enero de 2011

HAY ORO EN TU CAMINO




El hombre que abandonó demasiado pronto

Una de las causas más comunes del fracaso es el hábito de “abandonar” cuando uno es derrotado temporalmente. Creo que todas las personas son culpables de esto en uno u otro momento de su vida.

Un tío de R.U. Darby se sintió envenenado por la “fiebre del oro” en la época en que se había extendido por toda la nación esa “epidemia”.

Y así partió para el oeste simplemente con objeto de cavar y hacerse rico. Nunca había oído el dicho: “Se ha extraído mucho mas oro de los pensamientos de los hombres que de la tierra”. Registró una parcela de tierra y comenzó a trabajar con pico y pala.

Tras semanas de dura labor fue recompensado con el descubrimiento del brillante mineral. Necesitaba maquinaria para llevar el mineral a la superficie. Con toda calma, volvió a cubrir la mina, regresó a Williamsburg, Maryland, y comunicó a parientes y amigos el descubrimiento que había realizado. Entre todos reunieron dinero para adquirir la maquinaria que se necesitaba e inmediatamente la enviaron por vía marítima. Darby y su tío volvieron a la mina para trabajar en ella.

La primera vagoneta de mineral se extrajo por fin y se mandó a un fundidor. ¡Inmediatamente quedó demostrado que poseían una de las minas más ricas de Colorado! Unas cuantas vagonetas más aclararían las dudas. Luego llegarían los grandes beneficios.

Los taladros descendieron y las esperanzas de Darby y su tío subieron. Entonces sucedió algo. La veta de oro había desaparecido! Habían llegado al final del arco iris y el oro ya no estaba allí. Continuaron trabajando desesperadamente intentando encontrar de nuevo la veta de oro…, pero sin el menor éxito.

Finalmente, decidieron abandonar la empresa.

Vendieron la maquinaria a un chatarrero por unos cientos de dólares y tomaron el tren de regreso a casa. El hombre que acababa de adquirir toda la maquinaria llamó a un ingeniero de minas para que estudiara aquella mina ya abandonada y realizara unos cálculos.

El ingeniero informó de que el proyecto había fracasado porque sus propietarios no estaban familiarizados con las “fallas geológicas”. Sus cálculos demostraban que la veta de oro tenía que encontrarse justamente a una distancia de tres pies de donde los Darby habían detenido su labor. Y allí fue exactamente donde se volvió a encontrar la veta!

El hombre ganó millones de dólares con aquella mina porque tuvo la prudencia de solicitar consejo a un experto antes de abandonar la partida


F: Napoleon Hil


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